miércoles, 16 de junio de 2010

DICCIONARIO COLOMBIANO (ANTIOQUEÑO) / ARGENTINO (PORTEÑO)

Paisa : el de Antioquia
Antioquia =/ Antioquía

Tinto : café
Café : café con leche
Morral : mochila
Mochila : morral

Bomba : estación de servicio / globo
Gasolina : nafta
Mofle : caño de escape

Invierno : días de lluvia
Inviernito: lluvia pasajera
Verano: días sin lluvia

Amañao: que se encuentra bien en un lugar ¿Están amañaditos aquí?”
Un culo: mucho. Me importa un culo. Te quiero un culo.

Zancudo : mosquito
Manilla : pulsera

Pelado/a : niño
Sardino/a: joven
Vieja: mujer, de cualquier edad

Qué pecado! : “este pelao tiene hambre y la comida no está lista, qué pecado!”
Ave maría! : “qué invierno el de anoche, ave maría!”
Paraco: paramilitar

Guayabo: Resaca
Bareto, baretico: hierba buena.
Camello: mucho trabajo.
Mercar: ir a hacer compras.
Berraco: fuerte, “qué hombre más berraco”, qué clima tan berraco.
Cuadrar: arreglar “luego cuadramos las cuentas”
Chulo: gracioso
Teso: inteligente, guapo
Mono/a: rubio/a

jueves, 10 de junio de 2010

Despedida de Colombia

Nuestra estadía en la finca en las afueras de Medellín fue reparadora, y llena de encuentros. Teníamos a los amigos de vecinos, y también otra gente excepcional, Rosa, César, Ovidio, Don Miro, nos dieron su amistad, sus historias, sus alimentos frescos de la finca, Lolo pudo sacar papas de la tierra, cebollas, acelgas y se hizo fanático de las arvejas ademas de ver ordeñar vacas. Ni hablar de las cantidades de plátano verde y maduro que comimos, arepas con carne desmechada, chocolate y en fin, largo etcétera que hizo que nos ganáramos unos kilos al partir.


Don Cesar preparando sus arepas


Nuestra gran amiga Rosa



A través del Facebook conocimos en Medellín a Lisorelly y Uriel, del club VW, unos amigos del corazón, ellos viajaron en su escarabajo hasta Chile con la excusa de asistir a un congreso de matemática, la pasión de Uriel. Planean volverlo a hacer, esta vez a Uruguay en la kombi Split que están arreglando. Pasamos un día y una noche con ellos, Lolo contentísimo, hizo muy buenas migas con ellos y casi no se lo escuchó de tan concentrado que estuvo con la colección de kombis y escarabajos que tienen en la casa.
Este es el link a la página de Uriel, Matema, su empresa de juegos matemáticos: www.ludomathema.com


Lolo y los escarabajitos


Con Lisorelly, Uriel y su hermosa Kombi. Los queremos!!!


Conseguimos tener Internet en la finca, y pudimos hacer varios trabajos vía Internet, y también mantenernos al día con los amigos y la familia. También hicimos una producción de aretes con forma de mariposas, para sumarlos a nuestras artesanías. Fuimos a vender con Cata y Yann un fin de semana y nos fue muy bien, doblemente contentos porque vimos que nuestras cositas peruanas gustan mucho por aquí. Y de paso dejamos el link para que vean los trabajos de Cata, una real artista del macramé: www.noeudsdanslo.blogspot.com

Pintamos varios carteles para Víctor el uruguayo, quien casado con una colombiana puso un restorán cerca de donde vivíamos. Ellos habían viajado mucho antes de ser padres, y cuando nos despedimos nos contaron que se habían inspirado al conocernos y estaban planeando salir de viaje con sus hijos. Víctor nos regaló un montón de pulseras de cuero hechas por él, son muy hermosas y se venden muy bien. También nos regaló medio kilo de yerba y casi nos hace saltar las lágrimas.

También pintamos un cartel para Martha, tía de Cata, que tiene su negocio de variedades en Bello, al lado de Medellín. Marta fue otro ángel con nosotros, nos alimentó, hizo regalitos a Lolo, nos mimó y nos pagó más de lo convenido, felíz con su cartel.

En medio de todo llegó el primo de Yann desde Francia, Antoine, otro copado con el que nos hicimos muy amigos.


Entregando el cartel de la finca de Cata, Yann y Cami. También esta Antoine.


Llevando el cartel de la querida Martha.


Lolo bien paisa.


Pudimos ir a la marcha del 1° de Mayo en Medellín, estuvo muy bueno, un tanto estresante porque al haber tanta rabia la cosa se pone un poco violenta y cada tanto volaban piedras, y nosotros con lolo a upa terminamos agotados de esquivar las escaramuzas.

A través de Uriel y Liso conseguimos un mecánico VW en Guarne, un pueblo cercano, allí llevamos a poner a punto la caracola, cosa que llevó todo el día y bastante dinero, y no quedó muy a punto, pero por lo menos quedó como para partir seguros.

Guarne es un pueblo encantador, su gente es de lo más tranquilo y relajado que hemos visto, es alegre y limpio, la gente amable, y sus arepas….. su arepas nos atraparon. Ademas se puede tomar tranquilamente una cerveza frente a la plaza escuchando los tangos que pasan en algunos bares. Ahí gusta mucho el tango e incluso hay un libro basado en la leyenda de que Gardel no murió en el accidente de Medellin y que se lo puede ver caminando despacito por las calles de Guarne.


Vista en Parque Piedras Blancas, cerca de Guarne-


Lolo pintor.


Atardecer desde la finca.



Las mariposas.


Los días fueron pasando, Lolo olvidó que alguna vez usó pañales, y llegó el momento de partir. Con mucha pena nos despedimos de todos los amigos, con un gran asado a la francesa(lentito), hecho por Yann en una hermosa noche montañesa bañada en ron. Adiós y gracias Medellín!!


Un poco de asado frances.


Gran despedida gran!


Cartel en lo de Victor.



Despedida en lo de Victor.


En realidad no nos dejó salir tan fácil, ya que pensando en pasar por la ciudad sólo para despedirnos de Uriel, Liso y César, resultó que nos quedamos varados sin electricidad. Mientras Uriel y Liso venían en nuestro auxilio Beto logró arreglar la cuestión (gracias a un taxista que paró y dijo “Ave María! Esos bornes están sulfatados!”), luego Uriel notó que perdíamos líquido de frenos y nos fuimos todos al mecánico. Así que esa noche la pasamos otra vez con ellos, y al día siguiente nos fuimos a despedir a César y su familia antes de tomar la ruta hacia el norte. Hicimos una mini caravana con la caracola y naranyá (el escarabajo de los chicos) y nos despedimos, cuando hicimos una cuadra otra vez la caracola se apaga y un hombre nos avisa que echamos chispas por atrás, Beto veloz baja con el matafuegos y apaga una llama que se había prendido al lado del motor. Resultó ser un corto producido por uno de los cables que se soltó de su borrrrne.

Temblequeando por el susto nos fuimos a saludar a César y su familia y por fin, pudimos partir, con el lema del gran Jelin en la mente: “como sea y como estea”.


Medellin y su edificio principal, el Coltejer.


Botero en Medallo.


Se me sueltan lo borne!


Llegados a Puerto Berrío, confirmamos que hace un calor tremendo ahí, comimos un clásico colombiano: pollo a la broaster, papa salada y arepa, se nos venía la noche y encontramos un hotel, cuando queremos arrancar la caracola para guardarla… nada. Ooootra vez la electricidad. Domingo y a la noche, parecía complicado pero conseguimos un electricista que encontró un cable suelto y listo, todo arreglado.

Al día siguiente llegamos a Bucaramanga, nos encontramos con Nico Grau del Bucarawagen que nos ayudó a conseguir un hotel, y ahí descansamos.


Camino a Bucaramanga.




Bucaramanga.

De Bucaramanga pensábamos llegar a Cúcuta, ya en la frontera con Venezuela. El camino sube y sube y sube, ahí nos enteramos cabalmente de que los andes son una cosa larga. Nosotros en ropa de verano y al rato estábamos en una puna a 3500 mts de altura, otra vez a buscar los abrigos. Comimos una arepa rellena en este frío y paisaje andino inesperado, y luego de la subida… vino la bajada: curvas y curvas y más… llegando a Pamplona Lolo vomitó su arepa, paramos a recomponernos y limpiarnos, y cuando damos el arranque, estábamos sin frenos, completamente, en una calle en bajada. Oh, si. La cosa salió bastante bien porque Beto atinó a cruzarse de carril y meter la Caracola en una callecita que se abría en subida, apuntándole a un paredón. La gente alrededor en seguida reaccionó, uno nos puso una piedra debajo de la rueda para que no volvamos deslizarnos hacia la ruta, y otro en seguida se fue a buscar un mecánico. Según él, el líquido de frenos no era bueno y había hecho vapor. En fin, cansados de las desgracias con suerte, y Beto muy cansado de manejar por tanta montaña, nos fuimos al taller mecánico en Pamplona, el hombre nos contó que el día anterior habían estado unas chicas en kombi, y nos fuimos a buscarlas, no las veíamos hasta que ellas llegaron corriendo, ya que nos habían visto pasar. Ellas estaban varadas ahí por la bomba de nafta, y venían en mala racha mecánica, buscaban una bruja que las desgualiche. Las chicas unas capas, una argentina, una chilena y una española, partieron de Chile hace una año en su kombi Dinamita. Nos quedamos hasta tarde charlando y nos pasamos varios datos, ellas entraban a Colombia.


En las alturas y con lluvia.


Las chicas y La Dinamita.


A ver esos frenos!





Quieroooo!!!!


Al otro día, hacia Venezuela! Hicimos los kilómetros que nos llevaron hasta Cúcuta, la frontera, y seguimos los carteles que indicaban “Venezuela - puente internacional Simón Bolívar” con la emoción que siempre nos da entrar a un nuevo país. A medida que nos fuimos acercando nuestra emoción se transformaba en desconcierto ya que en vez del puente veíamos una marea de autos y camiones desordenados, nadie indicaba nada y se imponía la ley del más machazo para pasar. Una gente agitaba fajos de billetes, cambiando plata colombiana por venezolana. Sin estar muy convencidos cambiamos la nuestra, pero teníamos la información de que dentro de Venezuela hay muchas restricciones con las divisas y que el cambio oficial está muy desfavorable.

Había otros personajes que por unas monedas te hacían entrar el auto en la fila, a los gritos, agitando los brazos y con carisma. Dos de nuestros flamantes bolívares se fueron para uno de estos, un pelado con la camiseta de argentina que nos vino a saludar. Nos sentimos un tanto corruptos, pero, en fin, creo que estaríamos ahí todavía si no hubiéramos recurrido al pelado.

Fueron 2 horas para hacer 500 metros. La caracola no recalentó aquí porque es una santa. Los trámites antes de salir fueron rapidísimos, los trámites para entrar a Venezuela fueron de 4 horas, de pagar y esperar.

En fin, una vez dentro, nuestra algarabía era toda cansancio, San Antonio de Táchira es bastante feúcha, buscamos un hotel y a descansar. Al día siguiente pusimos rumbo a Mérida y pudimos comprobar con absoluta alegría lo que nos habían dicho sobre la gasolina: con 0.60 de dólar llenamos el tanque!


A la cola!


Hola Venezuela!!

Asi que aca estamos, en la Republica Bolivariana. Gracias siempre a Colombia y la hermosa gente que conocimos y que ahora son amigos queridos que tenemos en ese hermoso pais. Y vamos La Caracola!!